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Si está iniciando un negocio, tiene un panorama fiscal especialmente complicado o el Servicio de Impuestos Internos le está investigando, puede ser una buena idea contratar a un abogado fiscal. A continuación le explicamos cómo puede encontrar al profesional adecuado para usted.
Dónde buscar
Empiece a buscar los abogados tributarios fiscales preguntando a profesionales de confianza. Consulte a su banquero, contable o a un abogado con el que haya trabajado en otro asunto. Si no puede conseguir una referencia, siempre puede consultar el colegio de abogados local para encontrar especialistas en su zona.
¿Están cualificados?
Como mínimo, un abogado fiscal debe tener un doctorado en derecho, conocido como J.D., y una licencia para ejercer. Puede comprobar ambas credenciales en el colegio de abogados de su estado. Sin embargo, muchos profesionales también tienen un Máster en Derecho Fiscal, por lo que puede ser una buena idea buscar un especialista con formación adicional. En algunos casos, es posible encontrar un abogado que también sea contable público certificado, lo que puede resultar útil para ciertos tipos de asuntos.
¿Son adecuados para usted?
Una vez que encuentre un abogado fiscal que le guste, eso no significa que haya encontrado a la persona adecuada para ayudarle con su caso particular. Antes de firmar como cliente, es importante preguntar si el abogado tiene experiencia en los asuntos que usted enfrenta. Eso puede significar pagar una cuota de consulta y explicar su situación con cierto detalle. Después de eso, el abogado debería poder decirle si tiene experiencia en este ámbito. Si no la tiene, es una buena idea pedir una referencia.
En algún momento de su investigación, ya sea antes o después de hablar con cada abogado y grupo por teléfono, asegúrese de revisar y leer su sitio web y leer los blogs que publican regularmente. Esto puede darle una idea de su credibilidad y consistencia.